Redactar un currículum

Jim Pallouras era un alto ejecutivo de un minorista nacional con sede en el noreste cuando fue despedido en el marco de una reducción de plantilla el año pasado. Se incorporó a la empresa tras dejar el ejército, ascendió en el escalafón y se enorgulleció de su contribución a la expansión nacional del minorista. Cuando el Sr. Pallouras se sentó a actualizar su currículum por primera vez en años, se enfrentó al reto de condensar una carrera de 30 años repleta de logros en un documento eficaz: de una a dos páginas. Sin embargo, recuerda que pensó: «¿Tan difícil puede ser?».

Empezó enumerando todos los aspectos importantes de su vida desde los años sesenta, incluidos todos los puestos que había ocupado en su antigua empresa, así como sus logros desde el instituto hasta el ejército. Cuando terminó, su currículum ocupaba tres páginas, empezando por una declaración de objetivos y terminando con su estado civil. Una vez que el currículum del Sr. Pallouras llegó a manos de empresarios y reclutadores, le echaron un vistazo antes de tirarlo a la papelera. Era farragoso, exagerado y no se ajustaba a la realidad de la búsqueda de empleo en los años noventa. Afortunadamente, el Sr. Pallouras no tardó en darse cuenta de que su currículum tenía problemas. Tras recabar consejos críticos, lo revisó para presentar una versión más competitiva de sí mismo. La reescritura funcionó. Su nuevo y mejorado currículum generó entrevistas, que le llevaron a otro puesto de alto nivel.

Banderas rojas
Reclutadores de ejecutivos, redactores profesionales de currículos y directores de recursos humanos afirman que últimamente han visto pasar por sus mesas más currículos mal redactados que nunca. Así que antes de perder tiempo, dinero y franqueo con un currículum que te eliminará de la consideración, revisa los siguientes errores comunes para asegurarte de evitarlos en tus documentos:

Error nº 1: No se indican las fechas
«Puedo entender que, al omitir las fechas de graduación y empleo, la intención del candidato sea evitar una posible discriminación por edad», afirma Edward M. Hughes, vicepresidente de Hughes & Podesla Associates en Somerville (Nueva Jersey).

Desde el punto de vista de un reclutador, los candidatos eliminan fechas en sus currículos por una sola razón: ocultar información, como un historial de cambios de trabajo o un largo periodo de desempleo. Como alternativa, el Sr. Hughes sugiere centrarse sólo en los últimos 10 a 15 años de experiencia profesional. «Es un arma de doble filo», afirma. «Uno quiere restar importancia a lo negativo y hacer todo lo posible por conseguir una entrevista. Pero los responsables de la contratación tienden a ser miopes ante el hecho de que la economía ha puesto a muchos altos ejecutivos bien cualificados en la tesitura de tener que competir por menos puestos de trabajo, y hay que ser algo sensible a eso».

Error nº 2: mostrar pocos logros
Según Alesia Benedict, Directora Ejecutiva de GetInterviews.com, una empresa de redacción de currículos de Rochelle Park, Nueva Jersey, «un currículo es un documento de marketing diseñado para vender tus habilidades y puntos fuertes». Si incluyes y destacas logros concretos que presenten una imagen completa de tus posibilidades de comercialización, la Sra. Benedict afirma que atraerás muchas más ofertas de entrevistas.

Error nº 3: Información obsoleta
Una bandera roja que salta a la vista en muchos currículos son las descripciones de puestos que datan de hace 30 años o más. «Un currículum no es tu biografía», dice Benedict. Los empresarios quieren saber «lo que has hecho últimamente, por lo que incluir información de los años setenta es poco relevante y puede hacer mucho más mal que bien», afirma.

Error nº 4: Llamarse a sí mismo consultor
Muchos candidatos utilizan el término «consultor» para describir su situación laboral actual. Pero a menos que pueda cuantificar sus actividades de consultoría, los responsables de contratación se mostrarán escépticos. «El título de consultor tiende a morir en un currículum a menos que se indique una tarea y un resultado concretos y que el proyecto de consultoría sea para una empresa reconocible», afirma Steven M. Lavender, presidente de Morgan/Webber Inc., una empresa de consultoría y búsqueda de ejecutivos de Massapequa, Nueva York.

Error nº 5: Información irrelevante
Los responsables de selección de personal y los especialistas en recursos humanos coinciden en que incluir información personal no es apropiado ni necesario en un currículum de ejecutivo, e incluir tu fotografía es la peor ofensa de todas. «El currículum es el único paso de la búsqueda de empleo sobre el que se tiene un control total», afirma Frank Fox, director ejecutivo de la Asociación Profesional de Redactores de Currículum de San Petersburgo (Florida). «En función de la solidez de esas una o dos páginas de información, te seleccionarán para una entrevista entre cientos de candidatos, o te pasarán por alto». Por lo tanto, cada palabra que incluya debe ser significativa y ayudar a vender sus habilidades y experiencia.

No olvide trabajar en red
Para los altos ejecutivos en paro, repartir currículos debería ser un trabajo a tiempo completo. «El ochenta por ciento de los puestos de trabajo se cubren a través de redes de contactos, así que póngase en contacto con todas las personas que conozca -además de con los cazatalentos- que estén en condiciones de contratarle» o sugiérale a otros que se reúnan con usted, dice el Sr. Hughes.

«La red de contactos puede incluir contactos comerciales personales, personas para las que ha trabajado, personas que trabajaron para usted pero se han marchado, proveedores y representantes de ventas con los que ha tratado en los últimos cinco años, e incluso personas que figuran en el directorio de antiguos alumnos de su alma mater», afirma.

Con un currículum impresionante en la mano aumentarás considerablemente tus posibilidades de que te miren más de cerca. Mientras que los currículos eficaces te abren las puertas… las entrevistas de éxito te mantienen en ellas. Las entrevistas te dan la oportunidad de hacer en persona lo que tu currículum hacía en papel: venderte y dar a conocer tus habilidades a un posible empleador. Por desgracia, la mayoría de los solicitantes de empleo afrontan la entrevista de la misma manera que siempre: se levantan, se visten de traje, conducen hasta la entrevista y responden a las preguntas que les hace el entrevistador con lo primero que se les ocurre: luego cruzan los dedos y esperan «haber conseguido el trabajo».

Escrito por Kim Kovach
Fuente de publicación original:
National Business Employment Weekly
De los editores del Wall Street Journal